Vamo a vé, Yavé, majo, majete... Si mi hermano te sacrificaba buenos corderos, es de suponer que el olor a cordero asao llegase hasta el cielo y como yo te sacrificaba espigas de trigo sólo llegaría olor a paja quemá. Como te hicimos a nuestra imagen y semejanza, es de cajón que te gustase más el cordero a la brasa. ¡Como a todo el mundo, coño!
miércoles, 12 de diciembre de 2007
OTRO CAIN Y OTRO ABEL
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario